¿Como se obtendría mejor aprendisaje? (Puedes elgir más de una respuesta)

2.2 El Profesional Integral



Los Valores son el resultado de la interacción entre conceptos, sentimientos y acciones. Actúan de filtro de esos mismos conceptos, impregnan las actitudes previas al conocimiento, están en la base de la autoestima, de la identidad de las personas y de los mecanismos que mueven al cambio conceptual y de los propios valores.

Debemos saber que los valores conforman las actitudes de cada persona según hayan sido inculcados en el seno familiar, de hay que los profesionales apliquen los valores de distinta forma que la sociedad en general.

De modo que el profesional sea comprometido con su trabajo, empresa, horarios y sobre todo tome decisiones correctas ante las problemáticas que se presenten teniendo una visión ética hacia sus compañeros y el medio ambiente.

2.2.1 Formación de valores del profesional

La formación de valores supone una relación entre la persona en tanto particular, con la comunidad entendida como lo general, de lo interior con lo exterior, es decir, de la interiorización de las normas con las regulaciones y valores comunitarios, de lo individual y lo colectivo, o sea, del reconocimiento de sí mismo con el reconocimiento de valores y normas compartidas y por tanto, legítimas.

En la sociedad actual, la formación y la capacitación de las personas es una necesidad. El desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones técnicas y tecnológicas en diferentes ámbitos de la vida del hombre han proyectado el quehacer educativo a un lugar de prioridad. Claro que no siempre ha sido así, fue necesario transitar por una larga historia y arribar a la Revolución Industrial y a la Ilustración para que a fines del siglo XVIII, los sistemas educativos nacionales se constituyeran como una respuesta a la necesidad de universalizar a la educación, en un sentido formal institucional, y con ello, permitir que la educación, bajo el amparo de las leyes nacionales y la rectoría del Estado, pasara a formar parte de lo cotidiano en esa relación cercana entre maestro, alumno, planes y programas de estudio, comunidad escolar y comunidad social que ahora ya son parte de la vida social, cultural y política de los seres humanos y de la sociedad misma. Es esta inclusión en la vida del hombre que convierte a la educación en un factor determinante del desarrollo de la revolución científico-técnica actual, pasando a ser además objeto de estudio de su propia disciplina, la Pedagogía.

La formación de valores con el tiempo se va haciendo de la siguiente manera:

• De los seis a los siete años, la aceptación de la norma parte de cierta uniformidad percibida, la razón la tiene quien sostiene esta norma.
• De los ocho a los nueve años, la norma es arbitraria, y en consecuencia, convencional.
• De los diez a los once años, la norma es convencional pero reviste autoridad.
• De los doce a los trece años, si la regla es arbitraria es entonces cambiante y si es así, lo que yo opino es lo mejor.
• De los catorce a los dieciséis años, la norma desempeña una función social en tanto hace que el individuo sea o no parte de un grupo.
• De los diecisiete a los dieciocho años, Las normas se legitiman por su uso, no son más que meras costumbres no cuestionadas.
• De los dieciocho a los veinticinco años, las normas facilitan la interacción social y son resultado del consenso.
• De los veintiséis años en adelante la formación de valores de un profesional ya esta completa. Si no lo es así quiere decir que en cierto periodo de vida de la persona se perdió uno o más valores lo que ocasiona que en varias veces la formación termine arruinándose parcialmente.

2.2.2 Actitudes y componentes actitudinales. Componentes cognoscitivo, afectivo y conativo.

Según Milton Rockeach una actitud es una organización de creencias interrelacionadas, relativamente duradera, que describe, evalúa y recomienda una determinada acción con respecto a un objeto o situación, siendo así que cada creencia tiene componentes cognitivos, afectivos y de conducta. Cada una de estas creencias es una predisposición que, debidamente activada, provoca una respuesta preferencial hacia el objeto de la actitud o hacia su situación, hacia otros que toman una posición con respecto al objeto de la actitud o hacia su situación, o hacia el mantenimiento o preservación de la actitud misma. Como el objeto de una actitud se encuentra siempre dentro de una situación acerca de la cual también tenemos una actitud, una condición mínima de conducta social es la activación de por lo menos dos actitudes que actúan entre sí: una que se refiere al objeto de la actitud y otra que se refiere a su situación.

La actitud no es un elemento irreducible, un “átomo” de la personalidad, sino que es un conjunto de elementos que se relacionan entre sí, en la definición que se cita estos elementos son denominados creencias, pero también podría haberse llamado conocimientos, expectativas o hipótesis.

Puede definirse una creencia como la “adhesión a una idea, esto es persuasión de que es una idea verdadera… la creencia aparecerá… como algo opuesto al saber y, en cierta medida, a la opinión pero al mismo tiempo como algo que puede fundamentar inmanentemente la aserción perteneciente a la naturaleza del saber mismo”. La creencia puede aludir a la “verdad” o falsedad de un objeto o situación, a la valoración del mismo como bueno o malo o a juzgar una posible acción en relación al objeto o situación como apetecible o rechazable. Sea cual fuere el contenido de una creencia, la misma constituye “una predisposición a la acción y una actitud es un conjunto de predisposiciones para la acción relacionadas entre sí y organizadas en torno a un objeto o situación”.

Toda creencia constitutiva de una actitud presenta tres componentes:

1. Un componente cognitivo porque representa el conocimiento que, dentro de ciertos límites de certeza, tiene una persona acerca de lo que es verdadero o falso, bueno o malo, deseable o indeseable.

2. Un componente afectivo porque, supuestas las condiciones adecuadas, la creencia es capaz de despertar afectos de intensidad variable que se centran:

a) En el objeto de la creencia, o
b) En otros objetos (individuos o grupos) que toman una posición positiva o negativa con respecto al objeto de la creencia, o
c) En la creencia misma, cuando su validez es notoriamente puesta en duda, como sucede en el caso de una disputa.

3. Un componente de conducta, porque la creencia al ser una predisposición de respuesta de umbral variable, debe coincidir a algún tipo de acción cuando es activada convenientemente.
Quizá sea oportuno aclarar que el término conducta se está utilizando en su más amplia acepción, es decir, se entiende por conducta cualquier respuesta que un sujeto presenta ante un estímulo, respuestas que pueden ser fisiológicas, motrices, mentales, o combinaciones de ellas.

Es muy difícil establecer un límite temporal para decir que una predisposición constituye una actitud o no llega a merecer tal denominación. Sin embargo, es necesario dejar claro que aquellas predisposiciones que son momentáneas no son actitudes, es necesario que presenten alguna estabilidad en el tiempo para que se las juzgue como tales.

¿Para qué sirven las actitudes? Entre los estudiosos del tema no hay acuerdo respecto a la respuesta a este interrogante. Quizá puede contestarse diciendo que una actitud se puede comparar a una teoría científica en miniatura; desempeña funciones parecidas y tiene parecidos vicios y virtudes. Una actitud, como una teoría, es un cuadro de referencia, ahorra tiempo, organiza el conocimiento, tiene consecuencias para el mundo real y está sujeto a los cambios que le imponen los nuevos datos. Una teoría, como una actitud, es un juicio previo, puede ser selectiva y parcial, tal vez contribuye al mantenimiento del status quo, posiblemente apasiona cuando es puesta en duda y puede oponerse al cambio cuando los nuevos datos la fuerzan a ello. En una palabra, una actitud puede, en mayor o menor grado, actuar como una buena o mala teoría y dependiendo de la clase de teoría conforme a la cual actúa, la actitud puede servir una función mejor que otra.

Aunque ciertos autores sostienen que existen algunas actitudes básicas innatas, por ejemplo el miedo innato a lo extraño, es indiscutible que sea por sucesivas diferenciaciones de esas actitudes básicas o sea por adquisición de actitudes no dependientes de ellas, está fuera de discusión que los procesos que posibilitan el cambio y desarrollo de actitudes son procesos de aprendizaje.

Los componentes de la actitud son 3:

1. Componente cognitivo: se refiere a las expresiones de pensamiento, concepciones y creencias, acerca del objeto actitudinal, en este caso, la Estadística. Incluye desde los procesos perceptivos simples, hasta los cognitivos más complejos.

2. Componente afectivo o emocional: está constituido por expresiones de sentimiento hacia el objeto de referencia. Recogería todas aquellas emociones y sentimientos que despierta la Estadística, y por ello son reacciones subjetivas positivas/negativas, acercamiento/huida, placer/dolor.

3. Componente conductual o coactivo: aparece vinculado a las actuaciones en relación con el objeto de las actitudes. Son expresiones de acción o intención conductista/conductual y representan la tendencia a resolverse en la acción de una manera determinada.

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